jueves, 17 de septiembre de 2015

El Periodo de Adaptación en Educación Infantil

Hola familias:


Bienvenidos de nuevo al blog de la Escuela Infantil de Allo.


     Con la llegada de este nuevo curso, os queremos hacer llegar información muy básica a cerca del periodo de adaptación. Podeis leer a continuación un artículo publicado en el diario de noticias por Sonia Rivas (profesora de la Facultad de Educación y Psicología de la Unicversidad de Navarra.

     También añadimos fotos del periodo de adaptación vivido en la escuela este curso 2015 / 2016
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     Son muchas las familias que están viviendo estos días el periodo de adaptación de sus hijos escolarizados en Educación Infantil. Quien observa las idas y venidas frenéticas de los padres al centro educativo para preguntarse: ¿Por qué razón darle tanta importancia a este momento? La respuesta es sencilla: primero, porque nos implica a todos (familias, profesionales de la educación y al mismo niño); y segundo, porque tiene un significado trascendental en la historia personal spcial y escolar: el niño se incorpora por primera vez a la experiencia de la escuela. Para poder entender de fondo la trascendencia educativa que tiene este periodo, y para comprender la lógica de las estrategias pedagógicas, individuales e institucionales que se ponen en marcha en los centros educativos, conviene poner de manifiesto las caracterñisticas propias de este momento.

     El primer contacto con la escuela supone la primera separación importante del niño y su familia. Es decir, el protagonismo principal que el niño tenía en su entorno familias desaparece y pasa a ser compartido con el de otros niños, que también reclaman la atención del educador. Así mismo el código conocido por el niño y establecido por su familia pasa a convivir con el señalado por el tutor.

  

     El niño se ve rodeado de elementos distintos: el espacio, los objetos, las personas o sus comportamientos. Por tanto, según estos principios, es esperable que todo ello, combinado y a la vez, infunda en el niño inseguridad, miedo o ansiedad; sentimientos que, además, deberá sobrellevarlos acompañado de una persona a la que, probablemente, ni haya visto antes.







  






     El niño observa que las personas con las que tiene un vínculo afectivo fuerte,le dejan en un lugar extraño, sin posibilidad de recurrir a ellas, porque se van. Además, el niño no ha adquirido todavía el concepto de tiempo. Así, la frase del padre o de la madre: "Te recogeré desués, no llores" carece de sentido. Por ello, para cualquier niño, la escolarización primera supone un abandono hasta no se sabe cuando de su familia; abandono, eso sí, acompañado de otros iguales que manifiestan la misma desazón. Y estos sentimientos se multiplican y se contagian.




     Como señalan Laura Méndez, José Manuel Ruiz, Elena Rodriguez y María Rebaque en uno de sus libros, "Desde el punto de vista pedagógico, es importante solidarizarse con la vivencia del niño pequeño, que puede consistir, aunque no se corresponda con la realidad, con el sentimiento de abandono provocado por dejar de ser el centro de atención como hasta ahora ha venido siendo".

     Los docentes tratan de dibujar del mejor modo posible est a mbiente hostil. Los tutores de curso intentan dar respuestas adecuadas a las necesidades, tanto de losniños como de los padres, planificando los factores más favorecedores a cada situación y a cada contexto, procurando que el cambio sea lo menos brusco y lo más satisfactorio posible, y organizando un periodo de adpatación lo más adecuado posible para las familias, para que estos primeros tiempos de escuela, sean asumidos sin dificultades extraordinarias.


     




     Es importante para los educadores, la consideración del tiempo madurativo de cada niño y el respeto a los ritmos personales, para ayudar a que cada uno encuentre la respuesta a ese conflicto interno lo más felizmente posible. No debemos olvidarnos que cada niño también colabora en su propia adaptación.

     Algunas familias empatizan con el sentimiento de los niños y también sufren con ellos. Otras, en cambio, consideran que este momento, como hay que pasarlo, debe hacerse cuanto antes, sin concederle una importancia excesiva. Desde un punto de vista educativo y sin caer en recetas falsas y utópicas, no conviene que las familias aceleren este proceso, ni tampoco que eliminen u obvien todas las asperezas que se puedan encontrar en el camino, pero sin evadir los inevitables conflictos que éste pueda tener. De otro modo, el niño perdería la oportunidad de aprender a suoerar losobstáculos y a regular sus emociones.





  



     Por todo lo que acabamos de mencionar brevemente, quizás se entiendan mejor las razones pedagógicas que rodean la importancia que padres, educadores e instituciones educativas otorgan al periodo de adaptación.


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Un saludo, nos vemos en la siguiente entrada.