martes, 8 de enero de 2013

¿Juguetes para nuestros niños y niñas o jugar con nuestros niños y niñas?


          A estas alturas del año, y acercándose vertiginosamente la navidad, el principal tema que ocupa la cabeza de los niños y niñas en edad escolar, son “Los tan esperados REGALOS”, ya sean de Papá Noel, Olentzero, Reyes Magos…. (Esto ya depende de las creencias de cada familia).

 

         Pero además de ocupar las cabezas de nuestros niños y niñas también ocupa un espacio importante en la cabeza de las familias. Padres agobiados porque no encuentran el regalo que quiere su hijo/a, estrés, manera de cuadrar los tan caros juguetes que quieren….

 

          Yo soy una de las muchas personas que piensa, que actualmente en nuestra sociedad la gran mayoría de la población, es consciente del exceso de regalos que se hacen y además del poco interés que muestran los niños y niñas pasados 5 días o menos desde la recepción del regalo (además hay investigaciones que así lo demuestran), pero… ¿Por qué seguimos haciéndolo?

 

          Personalmente comparto la idea de que nuestros niños y niñas reciban un regalo; un regalo que les guste, con el que disfruten. Pero quiero trasladar una serie de recomendaciones implícitas a tener en cuenta y lo quiero hacer en forma de preguntas abiertas que inviten a la reflexión.
 
 
  • ¿Qué cantidad de regalos va a recibir el niño/a? ¿Creéis que son excesivos?
  • ¿Podríamos suprimir alguno? O ¿reservarlos para otro tipo de momento o situación?
  • ¿Son verdaderamente de su interés o ha sido un capricho a simple vista?
  • ¿Qué les va a aportar? ¿A que nivel?
  • ¿Podríamos sustituirlos por otro tipo de juego, experiencia o material?
 
          Si hablo de mi experiencia en el campo educativo, os comunico que casi a diario puedo comprobar como los niños y niñas dejan rápidamente de lado los juegos y juguetes que están utilizando (en muchos casos juguetes nuevos), para acercarse a observar, interesarse y descubrir cosas nuevas que el maestro propone al alumnado. Es maravillosa esa capacidad de interés que tienen, y también lo es, lo útil que resulta para que ellos mismos vayan creando sus propios aprendizajes. La curiosidad es algo que fluye dentro de ellos y ellas y hay que sacar provecho de ello. Además es algo con lo que disfrutan enormemente, y no solo lo hacen ellos y ellas sino también los adultos que les acompañamos.
 
 



          Dicho esto, creo que cada uno debe reflexionar sobre lo que cree mejor o peor para esos niños/as y tomar una decisión, y si lo podéis hacer compartiendo opiniones con otras personas pues resultará mucho más enriquecedor. Yo desde aquí os pido que con que os paréis a pensar 10-15 minutos llegareis a una decisión y sea cual sea será aceptada y lo más seguro que compartida por mucha gente.
 
 
          Ahora bien, toca comentar mi propia decisión. Yo particularmente “voy a encargar un juguete a los reyes magos para mi sobrina”, no os lo voy a ocultar, porque no me parece justo hacerlo. No dudo que ella vaya a disfrutar de ese regalo, pero pienso que hay otras maneras más enriquecedoras para todos y todas de disfrutar; por ello voy a realizar una experiencia compensatoria (así la he definido yo).
 
         Uno de estos días de vacaciones, mi sobrina de casi 6 años y yo, (siempre que ella quiera, aunque conociendo el mundo infantil deduzco que querrá), nos iremos a compartir una experiencia que creo que recordará con más ilusión que aquel regalo que le trajo un ser mágico que aparece 1 vez al año y que escasamente ve unos segundos.



          Nos vamos a ir a descubrir y explorar el entorno que nos rodea y las posibilidades de juego y diversión que nos ofrece. He pensado coger un montón de material que ya conoce de sobra (Cosas de casa como: tupes, botellas, cajas de latón, cartones, revistas, coladores…) y descubrir que podemos hacer con él, como manejarlo, utilizarlo, como jugar con ellos, en un entorno muy cercano a casa, un río lleno de ruejos. Si ella quiere, incluso puede llevar el juguete que le han traído e incorporarlo a sus juegos y aventuras.

 
De esta forma pretendo trabajar con ella un montón de habilidades y capacidades (conceptos matemáticos, creatividad, manipulación…), pero el objetivo principal es realizar un aprendizaje mutuo y sobretodo DIVERTIRNOS.


         Después de esta opinión, como maestra y como tía que soy, os dejo una última pregunta abierta a modo de conclusión y reflexión:
 
 
                   ¿No creéis que jugar con los niños/as es más enriquecedor que ofrecerles únicamente y de forma extremadamente exagerada un montón de juguetes elegidos a su antojo?
 
 
          Un saludo y gracias.
      Rebeca Asensio Mauleón
(Maestra de Educación Infantil).